lunes, enero 4

Cuadro de Metas para el 2021


    Aunque para la mayoría de personas el 2020 fue un año de muchas pérdidas y metas derrumbadas, creo y me parece oportuno tomar este nuevo año, el 2021, con positividad y estructura. Ya tuvimos casi todo el año anterior para perdernos en la histeria colectiva y desorientación, y este 2021 viene cargado con vacunas para el COVID19, así que hay que tener algo de esperanza y organización para este nuevo año... Cada persona puede hacer que este año valga la pena.

    Así que por este motivo les presento un cuadro de metas para este 2021, es una tabla recomendada por Gissela Echeverría Castro (terapista familiar ecuatoriana), y que la voy haciendo desde el 2018. Sí me ha ayudado para cumplir ciertas metas, y es más, me ayudó en el 2020, que aunque no hice mi tabla, ya la tenía en mente, y modifiqué mis ideas conforme pasaban los meses de pandemia.

Este cuadro tiene 6 columnas
  1. Metas.- Metas generales y reales, deben ser máximo 4 para no sobrecargarnos. Al escoger la meta, preguntarse ¿Para qué? Pueden ser metas con enfoque en nuestras relaciones humanas, laborales, académicas, actividades pendientes, o desarrollo personal.
  2. Objetivos.- Son un fin, suelen ser concretos y específicos que unidos, dan paso a la meta. Se los puedes medir.
  3. Fechas.- Día o mes a cumplir cada objetivo.
  4. Obstáculos.- Qué puede pasar frente a cada objetivo. Miedos.
  5. Soluciones.- Qué necesito para trabajar en esos obstáculos y lograr mis objetivos.
  6. Estado.- Al finalizar el año, cómo me fue.

Aquí presento una tabla de la diferencia entre meta y objetivo, para que lo tengan en cuenta al momento de clasificarlos.

También les voy a poner un ejemplo del cuadro, donde la primera meta era una que tenía planeada para el 2020 y la pasé al 2021, donde le haré ciertas modificaciones dada la coyuntura sanitaria. La segunda meta puede servirle a todo el mundo en cualquier momento, y la tercera meta es una que la hice en el 2018, y la volveré a usar para este año.


    Es preferible que hagan su cuadro en excel para poder modificarlo, aunque a mí también me gusta hacerlo en papel (suelo tener escrito las metas, objetivos y fechas), para tenerlo a la mano. Como ven en los ejemplos, hay algunos objetivos que son mucho más medibles que otros, pero al ponerlos fecha límite y tiempo de ejecución, se hacen más fáciles de medirlas y cumplirlas.

    Hay algo que deben tener en mente para manejarse con este cuadro; primero que todo, eliminen lamentaciones y culpas, si no lograron sus metas o sus objetivos, o lo hicieron a medias, no pasa nada, pueden hacerlo para el siguiente año de mejor forma. No importa si estamos en pandemia o no (que este suceso no sea pretexto para echarnos al olvido), este cuadro ayuda a estructurar nuestros pensamientos e ideas, si tienen problemas con las constancia y la procrastinación, pues usen este año para aumentar buenos hábitos y aprender a manejar los malos hábitos. Por último, si van intentando por mucho tiempo una meta y esta, por más que la estructuran y la siguen al pie de la letra, no se les da, aprendan a desistir. Hay cosas que simplemente no son para nosotros, y por estar empecinados en un tema, perdemos de vista a otros temas que se nos pueden dar mejor.

    Como información extra, estos artículos les puede ayudar a ver el panorama de forma más clara en cuanto a nuestras metas y la pandemia:



    Eso es todo por el momento, espero que a alguien le sirva esta información y hagan sus cuadros, si tienen alguna pregunta, pueden hacérmelo con confianza, y más que nada, espero que cumplan felices sus objetivos y metas para este 2021.




domingo, enero 3

2020, AÑO QUE ME ENSEÑÓ A GOLPES A SOLTAR




¿Por dónde empezar?

    Primero que todo, siento tristeza conmigo misma por haber dejado botado este blog. Me pudo haber ayudado mucho en el 2020, en especial en los meses de cuarentena pude haberlo usado como especie de diario. Pero bueno, en lo que pase de este mes puedo escribir mi experiencia/relato de cómo viví la cuarentena, y posterior salida al mundo. Seguimos en pandemia, y creo que durante este 2021 seguiremos así, por ende, todavía queda mucho por vivir y relatar sobre esta pandemia.

    No es noticia para nadie la pandemia a causa del COVID19, ha sido un año muy duro en todos los aspectos: en lo económico, social, político, y salud. En lo económico se me hizo fácil soltar mis negocios, tal vez porque en ese aspecto sí tenía claro que más importante es mi salud y la de mis padres, que ya son personas de la tercera edad, entonces el estar expuesta a clientes no me hace sentir para nada confiada, y aunque mi economía está por los suelos, con ciertos trabajos online puedo pagar mi comida y necesidades de mis perros, por otro lado, mis padres me ayudan con ciertos gastos como medicinas y el pago de mi seguro social, con eso me ayudan bastantísimo. En lo político yo sabía que esta pandemia en mi país iba a resultar el pretexto perfecto para robar, así que todos los escándalos de corrupción que hubo (y sigue habiendo) no me tomaron por sorpresa. 

    Es en el tema social y de salud, que este año sacudió mis entrañas, primero porque al yo estar a cargo de mis padres, sentía la obligación de mantenerlos a salvo, por lo menos los primeros meses de cuarentena, cuando los hospitales estaban a rebosar de pacientes y no se sabía con claridad cómo manejar la enfermedad. Yo miraba a mi alrededor cómo iban falleciendo padres, madres, tíos, abuelos de otras personas, e inclusive amigos míos de edad avanzada partieron en la primera ola de la pandemia, y no podía dejar de sentir el enorme temor de vivir eso con mis padres. Mucho estrés viví, pero con el pasar de las semanas, la familia fue entendiendo que debíamos aceptar lo que sea que vaya a pasar... Aprendí a soltar a mis padres. Yo los cuidaba, pero desde este año, aprendí que no puedo controlar todo, y que si les llega a pasar algo, debo enfrentarlo y no temer a la idea de quedarme sin ellos. 

    En el tema de salud también aprendí a soltar a mis hijos perros. Ellos son mi
familia directa, mi compañía. Años antes cuando se enfermaban yo hacía de todo para hacer que sanaran, pero este año fue tan duro en este aspecto, pues una de mis perritas enfermó de Diabetes, así que debía inyectarle todos los días insulina, pero eso no era todo, esta enfermedad ha sido bastante complicada de manejar en perros, donde a pesar de estar con medicina, de la nada les da picos bajísimos de glucosa en la sangre y pueden llegar a convulsionar. A mi Ena así le dio en noviembre, y a verla sufrir tanto, sin tener a quien recurrir para que la estabilizara (ningún veterinario cerca de mi casa me contestaba, y yo no tengo carro como para ir lejos), sumida en el llanto decidí que debía hacerla dormir para siempre. Luego de una hora de estar buscando un veterinario, uno me contestó, cogí taxi con tanto temor por el virus, pero ya no sabía qué hacer. El veterinario me indicó todos los procedimientos para estabilizarla, y me dijo que eso no garantizaba que ella permaneciera estable. Esa misma noche me despedí de mi Ena, para la familia fue un golpe muy duro, desde mi padre hasta mi sobrina más pequeña lloraron sin parar, todos la queríamos muchísimo, pero veíamos como mi Ena ya no podía hacer una vida sana por esta enfermedad, habían semanas que estaba bien, y de repente se descompensaba, temblaba, no podía caminar bien ni hacer sus actividades tan básicas como dormir... A veces pienso que si la pandemia no habría, ella estuviera conmigo todavía, o si quizás yo hubiera visto la forma de hacerle el tratamiento cerca de casa, pero a la final nada era garantía de que ella no vuelva a sufrir como sufrió la noche en que convulsionó... La extraño mucho, pues ella era la que más compañía me hacía.

    En el aspecto social o personal, este año me dio tanto y me quitó a la vez. No pude asistir al babyshower de mi mejor amiga, no he podido conocer a su hijito, a ella sólo la he visto 3 veces el año anterior, con mis otras amigas ni siquiera nos hemos podido ver una vez. Aunque gracias a la pandemia, tomé contacto de nuevo con un amigo a quien yo quiero mucho, él fue prácticamante mi compañía desde marzo del 2020 hasta el final del año, me ayudó a pasar la pérdida de mi perrita, estuvimos presentes cuando nos sentíamos a morir, nos hacíamos compañía cuando alguno de los dos flaqueaba por el estrés o la depresión, nos dimos muchas alegrías, y él se transformó en mi refugio ante las cosas feas que pasaban en el mundo, y sin embargo, el 31 de diciembre del 2020 se despidió de mí porque necesitaba alejarse de todos, según él tenía que reorganizar su vida y buscarle un sentido. Mi amistad con él no ha sido muy convencional, a veces sí nos hemos hecho daño o no hemos pensado en el bienestar del otro, por eso yo me he alejado de él años antes para entender qué es lo que yo quiero de la vida. Alejada de él es que aprendí a apreciarlo, el ver no solo lo negativo, si no todas las cosas positivas que él me brindaba, así que entiendo que él se haya alejado para reencontrarse, y aunque espero que regrese pronto, sí me ha inundado un miedo extraño, más que nada porque realmente no sé si él vuelva a mi vida, además que me ha dado miedo frente al 2021 porque seguimos en pandemia, pero ahora no tengo a ese ser humano que se transformó en mi refugio, ahora yo estoy sola frente al mundo, y no creo que nadie pueda reemplazarlo. 

    No sé cómo será este nuevo año, le tengo mucho miedo, la verdad. No tengo mi compañero de pandemia, mis amigos siguen lejos, mis primos igual, no tengo con quien contar en un periodo tan duro como lo ha sido esta pandemia. Solo me queda seguir y acostumbrarme a esta soledad extrema.

    De todas formas, debo permanecer en pie y tratar de adaptarme lo mejor posible a esta soledad.